"La disparidad entre los sueños y la realidad no produce daño alguno, siempre que el soñador crea seriamente en un sueño, se fije atentamente en la vida, compare sus observaciones con sus castillos en el aire y, en general, trabaje a conciencia por que se cumplan sus fantasías. Cuando existe algún contacto entre los sueños y la vida, todo va bien." (V.I.Lenin, 1902)



jueves, 27 de enero de 2011

Indignación (acerca de las “remeras machistas”)

Quiero compartir un post de un blog amigo:


Furia, bronca, desazón, estupor. Asombro. Son algunas de las cosas que a uno le surgen cuando se entera que en las principales ciudades del país (La Plata, Córdoba, Mar del Plata) se comercializan remeras con mensajes machistas, violentos y degradantes. (Se podrían hacer largas y profundas disquisiciones sobre la cultura, el patriarcado, lo simbólico y las subjetividades en el “nuevo siglo”. Pero preferimos comentar brevemente el asunto y que se expresen más opiniones en los comentarios.)
Que a la mujer hay que pegarle para que no hable; que hay que ponerle el cinturón de seguridad del auto… en la boca; que su cabeza puede ser “de uso exclusivo” como pelota de fútbol (pasión varonil si la hay…), o directamente que las iniciales de “esposa” (wife) indican cómo satisfacen (las mujeres) las necesidades del hombre…

“No me explico cómo alguien se las pone, o las compra, la fabrica o la exhibe impunemente en una vidriera del centro, o de cualquier parte de una ciudad”, dijo el abogado de DDHH que descubrió esto y lo difundió. Más lamentable aún fue lo que respondió la mujer encargada del comercio mayorista de estas remeras: “Es una remera muy graciosa, nada más. No incentiva la violencia contra las mujeres: incentivar la violencia es lo que hace el boxeador La Mole Moli por televisión, que dice que le pega a su esposa y lo sigue todo Córdoba y el país. Al lado de eso, nuestra remera es una flor”.

(Lamentablemente es cierto esto: el bailador triunfante del programa de Tinelli admitió haber tenido “problemas con el alcohol” y ser “agresivo” con su pareja. Su mujer en vez de denunciarlo y separarse, lo siguió “bancando”, como “soporte”, a este ex guardaespaldas de otro exponente mediático del machismo y el sexismo: Ricardo Fort).

Por supuesto que tanto esta empresa fabricante como los mismos facho-mediáticos se merecen todo nuestro repudio (¿algún escrache?). Este hecho escadaloso de las remeras machistas representa, simbólicamente, lo que ocurre en la realidad… Simbología, actitudes y expresiones machistas, abiertas o sutilmente, están en todos lados. Incluso presiona, se “filtra” –inevitablemente-, dentro las organizaciones revolucionarias.
Por ello también cabe una reflexión acerca de cuánto reproducimos y/o podemos combatir, dentro de las propias filas de los militantes marxistas, los trabajadores y la juventud combativa, todas estas miserias consustanciales al sistema capitalista, funcionales a la explotación, la opresión y la dominación burguesa. Miserias que más o menos, consciente o inconscientemente, se pueden (y suelen) reproducir entre los militantes de organizaciones revolucionarias.

Ya que, como planteara nuestra compañera, dirigente del PTS y de Pan y Rosas, Andrea D’Atri: “Parafraseando a Marx, podemos decir que no puede liberarse quien oprime a otros.
Los revolucionarios y revolucionarias peleamos por una nueva sociedad, cambiando de raíz el sistema capitalista, patriarcal y opresor (lo que permitirá que surjan nuevas generaciones, mejores, de hombres y mujeres). Pero también promovemos desde hoy, en el presente, en la vida y la militancia cotidiana, y en las luchas, la solidaridad y el respeto mutuo, las relaciones fraternas y la abnegación y esfuerzo militantes, como condición necesaria para ser más fuertes para poder luchar contra el sistema.

No hay comentarios:

Publicar un comentario