Los dejo con un
post muy interesante del compañero
Demian Paredes:
Leemos
(acerca de la burguesía nacional que tanto ensalza el kirchnerismo):
“Carlos Pedro Blaquier Estrugamou vive en La Torcaza, sobre la avenida
Sucre, en una de las mansiones más impresionantes de las barrancas de
San Isidro. Son pocos los embajadores que no hayan pasado por La
Torcaza. En el inmenso salón comedor, Blaquier suele sentarse en la
cabecera y alterna poemas, chistes verdes y loas al rey de Francia Luis
XIV y a Julio Argentino Roca. Los invitados, de regalo, muchas veces se
llevan un librito con los detalles de la mansión. Están descritas, por
ejemplo, las 26 clases de piedras utilizadas en la construcción, entre
ellas mármoles griegos, belgas, sudafricanos y los infaltables italianos
de Carrara para los escalones que van a la primera y segunda planta.
Por supuesto, las barandas están bañadas en oro.
En verano, Blaquier y sus cinco hijos dejan ver sus yates en la
marina más exclusiva de Punta del Este. Más de una vez, Blaquier ordena
que el avión de la empresa le traslade las empanadas de sus cocineros en
Jujuy hasta Aeroparque y luego envía allí a su chofer para que lleguen
fresquitas a la cocina de La Torcaza y que las empleadas las puedan
hornear.”
Todo esto (y más, como los negocios de su ex esposa
“Nelly” Blaquier, “amiga del arte” y embajadora de Macri)
conseguido, claro, gracias a la superexplotación obrera que hace
Blaquier, “gran señor” terrateniente-industrial en Libertador, Jujuy,
con el Ingenio Ledesma:
más de 150.000 hectáreas son de su propiedad, además de fábricas de azúcar, papel y jugos, sólo en esta localidad del ramal jujeño.
Superexplotación que mantuvo, en plena dictadura militar, gracias a
“las noches de los apagones”, donde se secuestró, torturó y asesinó a
decenas
de trabajadores, familiares y jóvenes estudiantes, que se rebelaban
como parte del ascenso obrero y popular comenzado en 1969 con el
Cordobazo y que fuera cerrado a sangre y fuego con la Triple A del
peronista López Rega y luego, desde marzo del ‘76, con Videla y la Junta
Militar. Está demostrado que Ledesma puso camiones y personal para
realizar los ataques a las viviendas y los secuestros.
Ahora han llamado a declarar a Blaquier y a Lemos (ex administrador
del Ingenio) este 17 y 18 de mayo, por una causa de “privación ilegítima
de la libertad y torturas” contra 5 personas, incluyendo a Luis Arédez,
ex médico laboral del ingenio, luego del sindicato de los trabajadores,
y posteriormente intendente de Libertador, que “osó” cobrarle impuestos
a Ledesma.
(
Y al mismo tiempo –y hablando de “cobros”–, Ledesma no sólo
cobra sus fabulosas fortunas en explotación de vidas obreras, sino con
contaminación y enfermedades terribles, gracias al bagazo –el deshecho
de la caña de azúcar, materia prima para hacer papel, que se pudre en
gigantescas montañas allí, en medio del pueblo, y que se cobró ya
incontables víctimas; Olga Arédez incluida–.)
Más allá de alguna clase de “interna” que desconocemos entre el poder político, judicial y económico, lo cierto es que este
gran burgués autoproclamado “cristinista”
tendrá que presentarse a juicio… ¿o no lo hará? La nota ya citada dice:
“La semana pasada, el avión de Ledesma llegó a Ciudad El Cabo con
hombres de estrecha confianza de Blaquier. El motivo:
Sudáfrica no tiene un convenio de extradición automática con la Argentina.
Es la primera vez en 55 años que Blaquier siente el aliento en la nuca.
Cree, con fundamentos, que la citación a indagatoria del juez federal
de Jujuy Fernando Poviña para el próximo jueves 17 puede cambiar su
suerte.” Incluso más:
otra noticia señala que “en las madrugadas de los últimos cuatro días, entre el miércoles pasado y este sábado,
varios testigos denunciaron que vieron cómo personal del Ingenio
Ledesma se movilizó en camionetas de la empresa y sacó material en cajas
de cartón, azules y color madera, de por lo menos cinco dependencias
que la planta tiene en Jujuy.
El miércoles y jueves pasados, entre las 0 y las 4 de la mañana, el
lugar elegido para los operativos fue La Rosadita, residencia principal
que la familia Blaquier tiene dentro del Ingenio, en la esquina de
Arrieta y Paulina, del llamado Barrio Ledesma. Testigos presenciales del
operativo señalaron que los empleados se trasladaron en camionetas Ford
Ranger doble cabina, y en otras con carrocería cubierta, tipo Traffic,
sin identificación. Cargaron los vehículos con bultos, presumiblemente
con documentación de la empresa.
En ese punto, y desde hace varios años, se encuentra ubicado uno de
los archivos administrativos y contables más importantes de la planta.
Se trata de varios ambientes que forman parte de una construcción
emblemática, que la familia Blaquier utiliza como residencia principal.”
Así es como se siguen manejando los Blaquier: con completa impunidad.
Impunidad que no extraña, ya que esta metodología de perseguir (y
eventualmente eliminar físicamente) a quienes se opongan de una u otra
forma a su dominio, continúa en el presente:
como escribieron los/as compañeros/as del PTS-Jujuy,
las organizaciones de DDHH, sociales y de la izquierda, cuando
informaron del pedido a indagatoria a Blaquier y Lemos, también hicieron
público “que en allanamientos a las oficinas de Ledesma se encontraron
legajos de obreros desaparecidos en los ’70 y
una “lista negra”
de cientos de personalidades y dirigentes políticos y sociales que el
empresario tenía en su poder. Entre ellos figuran miembros del PTS,
indicados como “cabecillas” de las marchas en conmemoración de la
trágica “Noche del Apagón”.”
La lista corresponde a una marcha de 2005
y, además de estar allí el autor del presente post, se encuentran
importantes personalidades internacionales, como Pérez Esquivel;
nacionales, como Taty Almeida y Nora Cortiñas, o el ya fallecido Eduardo
Luis Duhalde; provinciales, como el Perro Santillán, Milagro Sala y el
escritor y docente Reynaldo Castro (autor de
Con vida los llevaron); periodistas como Luis Bruchstein de
Página/12;
la antropóloga Ludmila Catela da Silva y mucha gente más; un gran
listado de personalidades y organizaciones de derechos humanos,
sociales, políticas y de la izquierda, realizado por una “empresa
fantasma”, y que
es un calco de los informes de espionaje ilegal de la Gendarmería y las Policías con el “Proyecto X”:
los informes cuentan con números de patentes de autos, “perfiles”
psicológicos de quienes hablaron en el acto, movimientos, etc.
Zafe o no Blaquier, la realidad indica que
el Estado capitalista (y los gobiernos que lo manejan) avalan y dejan correr el espionaje, sea estatal o “privado”,
y que trabajan al servicio de la propiedad privada y la explotación
obrera. Y si alguna duda quedara, allí están para demostrarlo
los
gases y balas (de plomo) de la policía del PJ y la UCR el año pasado,
cuando las familias sin techo “osaron” tomar tierras del Ingenio.
Ante todo esto se hace urgente y necesario
una gran acción
coordinada de organizaciones de DDHH, sociales, políticas, sindicales y
de la izquierda, para luchar para que se termine la impunidad de
Blaquier, se lo juzgue y condene, y se abran todos sus archivos y
terminen estos espionajes a los/as luchadores/as.
* * *
* Acá
se puede escuchar el último programa de “Pateando el tablero”, donde
Myriam Bregman del CEPRODH, Miguel López del PTS y quien postea hablamos
sobre este tema.