"La disparidad entre los sueños y la realidad no produce daño alguno, siempre que el soñador crea seriamente en un sueño, se fije atentamente en la vida, compare sus observaciones con sus castillos en el aire y, en general, trabaje a conciencia por que se cumplan sus fantasías. Cuando existe algún contacto entre los sueños y la vida, todo va bien." (V.I.Lenin, 1902)



martes, 15 de mayo de 2012

Espionaje (estatal y privado) para tod@s


Los dejo con un post muy interesante del compañero Demian Paredes:



Leemos (acerca de la burguesía nacional que tanto ensalza el kirchnerismo): “Carlos Pedro Blaquier Estrugamou vive en La Torcaza, sobre la avenida Sucre, en una de las mansiones más impresionantes de las barrancas de San Isidro. Son pocos los embajadores que no hayan pasado por La Torcaza. En el inmenso salón comedor, Blaquier suele sentarse en la cabecera y alterna poemas, chistes verdes y loas al rey de Francia Luis XIV y a Julio Argentino Roca. Los invitados, de regalo, muchas veces se llevan un librito con los detalles de la mansión. Están descritas, por ejemplo, las 26 clases de piedras utilizadas en la construcción, entre ellas mármoles griegos, belgas, sudafricanos y los infaltables italianos de Carrara para los escalones que van a la primera y segunda planta. Por supuesto, las barandas están bañadas en oro.
En verano, Blaquier y sus cinco hijos dejan ver sus yates en la marina más exclusiva de Punta del Este. Más de una vez, Blaquier ordena que el avión de la empresa le traslade las empanadas de sus cocineros en Jujuy hasta Aeroparque y luego envía allí a su chofer para que lleguen fresquitas a la cocina de La Torcaza y que las empleadas las puedan hornear.”
Todo esto (y más, como los negocios de su ex esposa “Nelly” Blaquier, “amiga del arte” y embajadora de Macri) conseguido, claro, gracias a la superexplotación obrera que hace Blaquier, “gran señor” terrateniente-industrial en Libertador, Jujuy, con el Ingenio Ledesma: más de 150.000 hectáreas son de su propiedad, además de fábricas de azúcar, papel y jugos, sólo en esta localidad del ramal jujeño.
Superexplotación que mantuvo, en plena dictadura militar, gracias a “las noches de los apagones”, donde se secuestró, torturó y asesinó a decenas de trabajadores, familiares y jóvenes estudiantes, que se rebelaban como parte del ascenso obrero y popular comenzado en 1969 con el Cordobazo y que fuera cerrado a sangre y fuego con la Triple A del peronista López Rega y luego, desde marzo del ‘76, con Videla y la Junta Militar. Está demostrado que Ledesma puso camiones y personal para realizar los ataques a las viviendas y los secuestros.
Ahora han llamado a declarar a Blaquier y a Lemos (ex administrador del Ingenio) este 17 y 18 de mayo, por una causa de “privación ilegítima de la libertad y torturas” contra 5 personas, incluyendo a Luis Arédez, ex médico laboral del ingenio, luego del sindicato de los trabajadores, y posteriormente intendente de Libertador, que “osó” cobrarle impuestos a Ledesma.
(Y al mismo tiempo –y hablando de “cobros”–, Ledesma no sólo cobra sus fabulosas fortunas en explotación de vidas obreras, sino con contaminación y enfermedades terribles, gracias al bagazo –el deshecho de la caña de azúcar, materia prima para hacer papel, que se pudre en gigantescas montañas allí, en medio del pueblo, y que se cobró ya incontables víctimas; Olga Arédez incluida–.)
Más allá de alguna clase de “interna” que desconocemos entre el poder político, judicial y económico, lo cierto es que este gran burgués autoproclamado “cristinista” tendrá que presentarse a juicio… ¿o no lo hará? La nota ya citada dice: “La semana pasada, el avión de Ledesma llegó a Ciudad El Cabo con hombres de estrecha confianza de Blaquier. El motivo: Sudáfrica no tiene un convenio de extradición automática con la Argentina. Es la primera vez en 55 años que Blaquier siente el aliento en la nuca. Cree, con fundamentos, que la citación a indagatoria del juez federal de Jujuy Fernando Poviña para el próximo jueves 17 puede cambiar su suerte.” Incluso más: otra noticia señala que “en las madrugadas de los últimos cuatro días, entre el miércoles pasado y este sábado, varios testigos denunciaron que vieron cómo personal del Ingenio Ledesma se movilizó en camionetas de la empresa y sacó material en cajas de cartón, azules y color madera, de por lo menos cinco dependencias que la planta tiene en Jujuy.
El miércoles y jueves pasados, entre las 0 y las 4 de la mañana, el lugar elegido para los operativos fue La Rosadita, residencia principal que la familia Blaquier tiene dentro del Ingenio, en la esquina de Arrieta y Paulina, del llamado Barrio Ledesma. Testigos presenciales del operativo señalaron que los empleados se trasladaron en camionetas Ford Ranger doble cabina, y en otras con carrocería cubierta, tipo Traffic, sin identificación. Cargaron los vehículos con bultos, presumiblemente con documentación de la empresa.
En ese punto, y desde hace varios años, se encuentra ubicado uno de los archivos administrativos y contables más importantes de la planta. Se trata de varios ambientes que forman parte de una construcción emblemática, que la familia Blaquier utiliza como residencia principal.”
Así es como se siguen manejando los Blaquier: con completa impunidad.
Impunidad que no extraña, ya que esta metodología de perseguir (y eventualmente eliminar físicamente) a quienes se opongan de una u otra forma a su dominio, continúa en el presente: como escribieron los/as compañeros/as del PTS-Jujuy, las organizaciones de DDHH, sociales y de la izquierda, cuando informaron del pedido a indagatoria a Blaquier y Lemos, también hicieron público “que en allanamientos a las oficinas de Ledesma se encontraron legajos de obreros desaparecidos en los ’70 y una “lista negra” de cientos de personalidades y dirigentes políticos y sociales que el empresario tenía en su poder. Entre ellos figuran miembros del PTS, indicados como “cabecillas” de las marchas en conmemoración de la trágica “Noche del Apagón”.”
La lista corresponde a una marcha de 2005 y, además de estar allí el autor del presente post, se encuentran importantes personalidades internacionales, como Pérez Esquivel; nacionales, como Taty Almeida y Nora Cortiñas, o el ya fallecido Eduardo Luis Duhalde; provinciales, como el Perro Santillán, Milagro Sala y el escritor y docente Reynaldo Castro (autor de Con vida los llevaron); periodistas como Luis Bruchstein de Página/12; la antropóloga Ludmila Catela da Silva y mucha gente más; un gran listado de personalidades y organizaciones de derechos humanos, sociales, políticas y de la izquierda, realizado por una “empresa fantasma”, y que es un calco de los informes de espionaje ilegal de la Gendarmería y las Policías con el “Proyecto X”: los informes cuentan con números de patentes de autos, “perfiles” psicológicos de quienes hablaron en el acto, movimientos, etc.
Zafe o no Blaquier, la realidad indica que el Estado capitalista (y los gobiernos que lo manejan) avalan y dejan correr el espionaje, sea estatal o “privado”, y que trabajan al servicio de la propiedad privada y la explotación obrera. Y si alguna duda quedara, allí están para demostrarlo los gases y balas (de plomo) de la policía del PJ y la UCR el año pasado, cuando las familias sin techo “osaron” tomar tierras del Ingenio.
Ante todo esto se hace urgente y necesario una gran acción coordinada de organizaciones de DDHH, sociales, políticas, sindicales y de la izquierda, para luchar para que se termine la impunidad de Blaquier, se lo juzgue y condene, y se abran todos sus archivos y terminen estos espionajes a los/as luchadores/as.
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* Acá se puede escuchar el último programa de “Pateando el tablero”, donde Myriam Bregman del CEPRODH, Miguel López del PTS y quien postea hablamos sobre este tema.

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